ACTIVIDAD N° 9 Disfrutemos de un mito incaico · Leé con atención: El Lago Titicaca Había una vez un valle muy fértil rodeado de montañas altísimas, poblado de hombres que vivían felices sin preocupaciones. Los Apus , dioses de las montañas, les procuraban todo lo que necesitaban, desde alimento hasta abrigo. Además, los protegían de todos los peligros y angustias. Los Apus habían puesto todos estos bienes a disposición de los hombres con una sola condición: Que ningún hombre debía escalar jamás la montaña donde ardía el fuego sagrado. Los hombres siempre habían obedecido el mandato de sus dioses protectores, pero un día, el diablo, molesto de ver tanta paz y tranquilidad, comenzó a instigar a los hombres para que compitieran entre ellos para averiguar quién de ellos era el más valiente. La muestra de coraje consistía en desafiar a los dioses. Un día, los hombres decidieron escalar la montaña donde ardía el...