PRÁCTICAS DEL LENGUAJE - Actividad 3
ACTIVIDAD N° 3
Otro mito para disfrutar
1)
Leé
con atención:
Mientras subía al
monte Cerinea, Hércules, lo
que se dice contento, no estaba. Euristeo se
había negado a contabilizar su segundo trabajo, ése en el que había tenido que
acabar con la Hidra de Lerna,
por haber contado con la ayuda de su sobrino Yolao. Y por si eso fuese poco, va y ahora le ordenaba enfrentarse
a la Cierva de Cerinea,
todo un animal sagrado, con el que la fuerza y el valor que había demostrado
hasta el momento no iban a ser suficientes.
Euristeo había dejado
muy claras sus órdenes: Debía capturarla viva y llevarla sana,
sin un solo rasguño, hasta Micenas.
sin un solo rasguño, hasta Micenas.
La cierva era un
animal sagrado consagrado a la Diosa
Artemisa, la diosa de los bosques. Figuraos si era difícil
capturarla que ni la propia Artemisa había
logrado hacerlo. Hacía algunos años que la propia Diosa había sorprendido a cinco ciervas de belleza
extraordinaria con cuernos de oro y pezuñas de bronce paciendo en un claro de
su bosque. En cuanto las vio pensó que eran los animales idóneos
para tirar del carro de una diosa. Así que empezó a perseguirlos, pero únicamente
logró capturar a cuatro. La quinta era precisamente esta cierva que Hércules
debía llevar a Micenas, una cierva a la que la propia Artemisa había decidido dejar que viviese libre y feliz en sus bosques, bajo su
protección.
No parecía nada
sencilla la tarea, pero si alguien podía conseguirlo ese era Hércules, quien no solo era fuerte,
sino que también destacaba por su
inteligencia, su perseverancia y su paciencia, algo que le iba a ser muy
necesario en esta ocasión. Veamos cómo transcurrió la historia.
De pronto en lo alto de la
montaña, a lo lejos, Hércules vio
por primera vez a la Cierva de
Cerinea. Hércules se quedó impresionado pues pese a que la
imaginaba realmente extraordinaria ningún animal que había visto hasta el
momento era comparable a lo que tenía delante.
Lo primero que llamaba su
atención era su enorme pecho y su
altura, semejante a la de un caballo, eso sí, con unas patas
esbeltas y finas que revelaba la verdadera familia a la que pertenecía. Después uno quedaba extasiado ante el brillo que desprendía su cornamenta de oro
y sus pezuñas de bronce, que le hacían parecer la reina de toda su especie.
Realmente no cabía la menor duda que estaba ante un ser excepcional.
Hércules sigiloso se
preparó para acercarse a la cierva y ella en cuanto oyó el leve crujir de sus
pies huyó de allí ágil y sigilosa.
Durante semanas Hércules, como si de una visión se
tratara, veía cada día unos instantes a la cierva para después ésta
desaparecer. Realmente Hércules, un consumado arquero, hubiese podido
inmovilizar al animal con una de sus flechas, pero la orden que había recibido
de Euristeo era muy
clara: debía conducir a la
cierva a Micenas sana, sin el más leve rasguño. Así que día
tras día la cierva lograba escapar.
Las semanas se convirtieron
en meses y Hércules continuaba sin avance alguno, siguiendo el
rastro del animal, eso sí, sin desesperar, demostrando que la paciencia también
estaba entre sus muchas cualidades. Durante todo un año Hércules llevó a cabo su
particular persecución en la que tuvo que enfrentarse a múltiples peligros:
atravesar ríos, cruzar praderas, escalar montañas… pero la cierva siempre era
más veloz que él.
De pronto, cuando tanto él
como la cierva estaban al límite de sus fuerzas, cuando la persecución les
había conducido hasta el mismísimo monte Artemiso, la cierva quiso aplacar su sed bebiendo agua del
río Ladón. Y fue precisamente en ese momento de descanso cuando Hércules tuvo
su oportunidad para atraparla.
Sabedor de que si se acercaba a la cierva ésta volvería a huir, Hércules decidió atrapar a su presa desde la
distancia. Para ello tomó una red que había construido y la lanzó sobre
el animal.
En cuanto la cierva sintió la red sobre su cuerpo se alertó con un movimiento brusco, pero en esta ocasión no pudo volver a huir pues sus patas se habían enredado con los hilos y cayó al suelo.
En cuanto la cierva sintió la red sobre su cuerpo se alertó con un movimiento brusco, pero en esta ocasión no pudo volver a huir pues sus patas se habían enredado con los hilos y cayó al suelo.
Furiosa comenzó a
dar coces para liberarse, pero lo único que conseguía con sus movimientos era
enredarse aún más. Fue una lucha terrible la que mantuvo la Cierva consigo
misma. Desesperada, mordía
la malla, se revolcaba en el suelo… hasta que, por fin, jadeante, decidió inclinar su
cabeza.
Hércules había conseguido vencer sin dañar
en lo más mínimo a su víctima.
Exhausto pero dichoso Hércules se echó la cierva al
hombro y emprendió el camino de vuelta. En esas estaba cuando de repente escuchó
una voz que le increpaba: - ¿Quién
se atreve a capturar a mi cierva?
.
Hércules se dio la vuelta. Frente a él
estaba la diosa Artemisa acompañada
de su hermano Apolo.
Hércules no
lo dudó un momento. Se arrodilló y con voz suplicante les dijo:
- Soy Hércules, hijo
de Júpiter y Alcmena. Soy plenamente consciente de
la terrible ofensa que acabo de cometer capturando a vuestra cierva, pero
debéis saber que no lo hecho por voluntad propia sino por seguir las órdenes
de Euristeo, del que soy
esclavo. Por favor, os ruego, os suplico vuestra clemencia.
Artemisa miró a Hércules, después a la cierva y tras
comprobar que Hércules no le había hecho el más mínimo rasguño le dijo: - De
acuerdo, te concedo el permiso para que concluyas tu trabajo llevando a mi
protegida. Únicamente pongo como
condición que satisfecho el trabajo la cierva de Cerinea sea
puesta en libertad sin hacerle daño alguno.
Agradeciendo su
generosidad Hércules, con el animal a hombros, prosiguió su camino.
1)
Completá las
oraciones:
·
Hércules debía
cumplir la orden de Euristeo: ……………………………………………………
·
Artemisa era la Diosa
de ……………………………………………………………………………
·
Artemisa usaba las
ciervas para ……………………………………………………………………
·
Hércules logra
atrapar a la cierva con una ……………………………………………………….
·
Artemisa permitió que
Hércules termine su trabajo con la condición ………………………….
2) Completá los cuadros:
PALABRA
|
SINÓNIMO
|
EXHAUSTO
|
|
DICHOSO
|
|
SEMEJANTE
|
PALABRA
|
ANTÓNIMO
|
CLARAS
|
|
SENCILLA
|
|
LIBRE
|
3)
Con todos los datos
presentes en el mito, redactá dos descripciones: una de Hércules y otra de la Cierva de Cerinea.
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